Juan López
Por JUAN LÓPEZ
El Comité Político del Partido de la Liberación
Dominicana (CP-PLD), como resultado de un extenso debate en su última reunión (
Nuestra sincera preocupación por el futuro del
PLD fue la motivación para la reflexión que publicamos, el pasado 16 de
febrero, la que empezamos con este párrafo:
“Con las elecciones de los titulares
de sus diferentes secretarías, el PLD completó los objetivos organizativos y
políticos de su “X Congreso Ordinario”. De ese mismo evento surgió también el
rumor o intención de seleccionar, en este año 2025, su candidato presidencial
para las elecciones del 2028; ante lo cual nos preguntamos: ¿Conviene al PLD
escoger su candidato presidencial antes del 2027?”
Días después, el CP-PLD aprobó
“realizar una consulta nacional, en el primer trimestre de 2026, para
identificar su candidato presidencial.” Los aspirantes debían inscribirse ante
la comisión organizadora de dicha consulta, a más tardar, el pasado 3 de abril.
De los seis posibles aspirantes a la
candidatura presidencial por el PLD, solamente se inscribió Francisco Javier
García. Mientras que Abel Martínez, Charlie Mariotti, Juan Ariel Jiménez,
Francisco Domínguez Brito y Margarita Cedeño no se inscribieron, fundamentándose
en similares argumentos.
En ese mismo artículo también
afirmamos lo siguiente: “Realizar la selección de su candidato presidencial con
el eufemismo de “consulta nacional” (mediante encuestas o votaciones en
primarias) es violatorio del sistema legal del país y sus resultados no serán
vinculantes con el proceso electoral de 2028.”
“Es muy difícil que la JCE se
involucre en esa ilegal y extemporánea consulta y sea indiferente ante
ese proceso y sus posibles resultados, lo cual será una situación política
imprudente e innecesaria para la cúpula peledeista si asume los riesgos que
conlleva su realización.”
“Las confrontaciones que las
actividades proselitistas de los precandidatos, en lugar de consolidar la
unidad y dinamismo que, con carácter de urgencia,
necesita el PLD, será un ingrediente más para su debilitamiento. “Será echar
gasolina al fuego” o creer que “la enfermedad está en la sábana”.
A la pretensión de realizar la
“consulta nacional” en franca violación de los plazos establecidos por las
leyes vigentes (No. 33-18 y 20-23), los cuestionamientos de cinco de los
aspirantes y la oposición categórica de
la JCE, el grupo hegemónico del CP-PLD, en forma tozuda
insistía en realizarla en base a estos dos
peregrinos argumentos:
“Quien tiene lágrimas hondas debe
empezar a llorar temprano” y “el PLD está en desventaja con los posibles
candidatos del PRM y FP”.
Ese grupo que apadrina a Francisco
Javier en ningún momento se detuvo a evaluar las principales razones que tienen
al PLD en esa lamentable desventaja. Mucho menos realizaron sinceras y
objetivas autocríticas de los garrafales
errores cometidos en las dos pasadas elecciones (2020 y 2024) que sacaron al
PLD del poder y lo postraron a un lejano tercer lugar con las dramáticas
reducciones de 62 a 38 % y de 38 a 10 %. ¡Siguen enclaustrados en una burbuja
que les impide ver y escuchar su nueva realidad! Por lo cual ¡Siguen pa’lante
como toros Miuras!
La realidad fáctica que se imponen a
las emociones y resentimientos; la delicada coyuntura política por la que
atraviesa el PLD y la firme actitud de la mayoría de los presidenciables
peledeistas le “doblaron el pulso” al grupo hegemónico del CP-PLD obligándole a
suspender la “consulta nacional” y proceder a seleccionar su candidato
presidencial en dos procesos:
a) El domingo 8 de junio próximo, en
una asamblea del Comité Central, se registrarán los aspirantes y b) en octubre
de 2027, (como ordenan las leyes) realizarán las primarias para seleccionar su
candidato presidencial para los comicios de 2028.
Con esa correcta decisión de
suspender la extemporánea e ilegal “consulta nacional” y someterse a la
legalidad y los plazos fatales que disponen las leyes y resoluciones de la JCE,
le hacen un valioso bien a ese importante partido y fortalecen la
institucionalidad política y el sistema de partido en nuestro país, gracias a
que ¡la sensatez política se impuso en el PLD!