Investigadores
Un grupo de investigadores de la Universidad Texas A&M anunció recientemente el desarrollo de un innovador método que permitiría congelar órganos humanos para conservarlos durante largos períodos sin dañarlos, acercando así una idea que antes parecía de ciencia ficción a la realidad médica.
La criopreservación es el proceso de conservar material biológico a temperaturas muy bajas, generalmente por debajo de los -100 °C. Sin embargo, solo muestras biológicas muy pequeñas, como microbios, han sobrevivido a la aplicación de esta técnica.
Aunque esta técnica permite enfriar de manera uniforme los materiales biológicos, durante la descongelación pueden aparecer cristales de hielo o grietas en órganos de mayor tamaño. Esto impide que se mantengan intactos y puedan ser trasplantados.
Los investigadores de la Universidad Texas A&M analizaron si la temperatura de transición vítrea (Tg) podría ser crucial para reducir la posibilidad de que se produzcan fracturas en los tejidos al descongelarlos.
Los científicos examinaron experimental y computacionalmente soluciones de vitrificación con distintas Tg, que iban desde los -131 °C hasta los -82 °C. Los resultados mostraron que las sustancias con Tg más altas reducían el riesgo de aparición de grietas en el recalentamiento.
Guillermo Aguilar, miembro del equipo de científicos, comentó que se esperan avances prometedores en el campo de la criopreservación, lo que resultaría en «una mayor viabilidad de los sistemas biológicos a todas las escalas, desde células individuales hasta órganos completos«.