Vetedero
Santo Domingo, 20 de mayo de 2025 — A pocos metros de varios ríos dominicanos, montañas de basura doméstica y restos de construcción crecen sin control. Vertederos improvisados, impulsados por las recientes lluvias, se han convertido en una amenaza directa para la salud pública y el medio ambiente.
Desde inicios de mayo, las precipitaciones han sido especialmente intensas. Datos recogidos hasta el 18 de mayo revelan que zonas como Sabana Grande de Boyá (273.7 mm), Bonao (220.3 mm) y el Jardín Botánico Nacional (154 mm) han registrado volúmenes de lluvia suficientes para arrastrar toneladas de basura directamente a los ríos.
Entre estos desechos se identifican altos niveles de bisfenol A (BPA), un compuesto químico presente en plásticos, que al exponerse al sol y mezclarse con el agua provoca contaminación inmediata. Esta situación representa un riesgo elevado de intoxicación y deterioro ambiental, particularmente para las comunidades ribereñas.
Una bomba de tiempo ambiental
La gravedad del problema se potencia por la existencia de 358 vertederos a cielo abierto en el país, según un informe de 2023 de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Santo Domingo. A estos se suman miles de vertederos improvisados, consecuencia directa de la limitada capacidad de recolección de residuos, que solo cubre entre el 75 % y el 85 % del territorio nacional.
“Hace 70 años el río Haina era cristalino. Hoy está contaminado por industrias, basureros y el abandono estatal. Todo esto termina afectando también el Mar Caribe”, relata Don Luis, residente de Manoguayabo.
Violación directa a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)
Esta situación contradice varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030:
ODS 3: Salud y bienestar
ODS 6: Agua limpia y saneamiento
ODS 13: Acción por el clima
ODS 14: Vida submarina
ODS 15: Vida de ecosistemas terrestres
El deterioro ambiental está impidiendo avances clave en materia de sostenibilidad, calidad de vida y acceso equitativo a los recursos naturales.
Propuesta técnica para salvar los ríos
La ingeniera Carmen Veloz Comas, de la Comisión Ambiental de la UASD, propone una estrategia de recuperación integral basada en tres pilares:
Gestión de aguas residuales:
Construcción de plantas de tratamiento
Régimen de sanciones para infractores
Educación ambiental comunitaria
Gestión de residuos sólidos:
Recolección y reciclaje efectivo
Eliminación de vertederos ilegales
Limpieza sistemática de riberas
Recuperación y protección de cuencas:
Reforestación de zonas altas
Restauración de vegetación ribereña
Control de extracción y protección de humedales
“Recuperar los ríos requiere la participación activa de comunidades, gobiernos locales, organismos estatales y entidades ambientales”, asegura Veloz Comas.