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Rubio llegó a la sede de la Cancillería a las 10:07 de la mañana y finalizó su encuentro a las 11:30 a. m., momento en el que emprendió su traslado a la casa presidencial.

Este desistimiento se suma al presentado en diciembre pasado por tres hermanos de la querella presentada contra el ex ministro Administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, uno de los imputados en el caso Calamar.

Ambos funcionarios coincidieron en la importancia de aunar esfuerzos para proteger los derechos de los afiliados y garantizar que todos los actores del sistema cumplan con la normativa legal vigente.

Con esta postura, Washington reafirma su apoyo a la oposición venezolana y mantiene la presión sobre el régimen de Maduro.